Este tema generará mucho interés, ya que los equipos de rescate necesitan equipos de comunicación muy fiables para operar en entornos hostiles como incendios, derrumbes o zonas de desastre natural. La diferencia entre salvar vidas o poner en riesgo a los intervinientes puede depender de la calidad y resistencia de las herramientas utilizadas. En estas situaciones, no hay margen para fallos técnicos o interrupciones en las transmisiones.
La clave está en combinar tecnología avanzada con protocolos de mantenimiento riguroso. Desde walkies diseñados para atmósferas explosivas hasta redes de radio independientes, cada componente debe garantizar operatividad incluso bajo condiciones extremas de temperatura, humedad o interferencias.
Tecnologías esenciales para comunicaciones en emergencias
1. Walkies ATEX y TETRA: Resistencia en entornos hostiles
En operaciones de rescate en zonas de riesgo, como incendios químicos o minas, los walkies ATEX son imprescindibles. CRYSSA ofrece dispositivos certificados para atmósferas explosivas, que evitan chispas y funcionan en rangos de temperatura extremos (-25°C a +60°C). Estos equipos, junto con teléfonos y tablets ATEX, permiten:
- Comunicación segura en plantas industriales afectadas.
- Transmisión de datos críticos (como mediciones de gases tóxicos) sin riesgo de ignición.
- Uso en ambientes con polvo, humedad o vibraciones intensas.
Para misiones que requieren coordinar múltiples equipos, los walkies TETRA destacan por su capacidad para crear redes jerárquicas, priorizando canales de emergencia y permitiendo la geolocalización de personal en tiempo real.
2. Redes privadas y repetidores: Autonomía en zonas sin cobertura
En catástrofes naturales, como terremotos o inundaciones, las infraestructuras de comunicación suelen colapsar. Aquí, las redes propias de radio con repetidores y pasarelas marcan la diferencia:
- Repetidores portátiles: Se instalan en vehículos o drones para ampliar la cobertura en áreas aisladas.
- Pasarelas de radio: Conectan equipos de diferentes frecuencias, facilitando la interoperabilidad entre bomberos, sanitarios y policía.
- Autonomía energética: Baterías de larga duración y paneles solares integrados aseguran operatividad continua.
CRYSSA diseña estas redes para proyectos en Tarragona y otras zonas de España, adaptándose a las necesidades específicas de cada cuerpo de rescate.
3. Integración con sistemas de geolocalización y CCTV
La combinación de GPS de precisión y cámaras termográficas mejora la eficacia de las operaciones:
- Geolocalización: Permite rastrear en tiempo real la posición de cada rescatista, incluso en edificios derrumbados o túneles.
- Cámaras térmicas: Identifican fuentes de calor en escombros o detectan supervivientes en zonas con poca visibilidad.
- Alertas automáticas: Si un equipo permanece inactivo demasiado tiempo, el sistema envía una señal de emergencia al centro de control.
Estos datos se integran en plataformas centralizadas, permitiendo a los coordinadores tomar decisiones basadas en información actualizada.

Mantenimiento preventivo y soporte técnico: La clave de la fiabilidad
1. Revisiones periódicas y actualizaciones de firmware
Un walkie con la batería agotada o un repetidor con software obsoleto puede comprometer una misión. CRYSSA incluye servicios de mantenimiento preventivo específicos para equipos de rescate:
- Pruebas de resistencia: Simulación de condiciones extremas (inmersión en agua, caídas desde altura).
- Actualizaciones remotas: Parches de seguridad y nuevas funcionalidades sin necesidad de desplazamientos.
- Chequeo de baterías y antenas: Reemplazo proactivo de componentes con desgaste.
Como Servicio Técnico Oficial, también ofrecen asistencia 24/7, con repuestos disponibles y equipos de sustitución en menos de 24 horas.
2. Formación especializada para equipos de rescate
De nada sirve tener tecnología avanzada si los usuarios no saben explotar sus funciones. CRYSSA proporciona:
- Cursos básicos: Uso de walkies, activación de emergencias o cambio de canales bajo presión.
- Cursos avanzados: Configuración de redes privadas o interpretación de datos de cámaras termográficas.
- Simulacros: Entrenamiento en escenarios realistas (incendios controlados, derrumbes simulados).
Esta formación se adapta a las normativas locales y a los protocolos específicos de cada organización.